lunes, 25 de abril de 2016

Y entonces algo ocurre que te golpea las certezas. Ya nada sabe igual y todo parece diferente. Quizás es que el mundo entero ha cambiado y por eso todas las personas me miran raro. O quizás soy yo, que no soy la misma y ya no quiero serlo.
Ella no necesita apoyo porque flota...

martes, 12 de abril de 2016

Risa.

El pelo dio contra su cara y comenzó a reírse. 
Se reía con ganas y sin sentido. No había sido para tanto, pero ella se reía. Hasta le faltaba el aire. No podía parar. 

Era una risa nerviosa que a la vez la relajaba. Le dolía la cara y las costillas. Aquella risa se volvió un reflejo involuntario, su cuerpo se reía para avisarla. 

Y entonces paró, pudo coger aire con normalidad y aún hipando se acomodó en su vientre. Estaba relajada. Cómo hacía mucho. Preparada del todo para dormir, del tirón. ¡Qué bien sonaba eso! Y en ese momento, cuando sus ojos se cerraban y su mente se iba de aquella habitación para viajar por los sueños, se dio cuenta de cuánto hacía que no se reía así y de cuánto lo necesitaba.