viernes, 8 de enero de 2016

Constancia.

Esa terrible amiga que siempre me abandona. La que un día, cuando parece que nos estamos reconciliando, se marcha sin avisar.
Esa que, en su ausencia, me hace replantearme hasta el existir.
No nos llevamos bien, pero nos necesitamos. Yo a ella, al menos.
Desaparece cuando quieras, pero te prometo que me esforzaré para que, algún día, te quedes para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario