Ahí está, acechando
escondida en cada rincón,
en cada duda.
Aprovechando el mínimo tropiezo,
una ligera vista atrás y aparece.
Se hace ver.
Se hace grande.
Te atrapa como una constrictor
y aprieta.
Todo duele.
Las lágrimas se agolpan
y el nudo crece.
Se ha adueñado de ti.
Ha conseguido que sólo puedas pensar en respirar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario