lunes, 16 de noviembre de 2015

#4

Uno de mis pilares se derrumba y tiemblo.
No siento dolor porque lo vi resquebrajarse.
Ahí sí dolía.
Intenté reparar las grietas,
con todas mis fuerzas y toda mi voluntad.
Todo mi amor puesto en ese cemento que intentaba recomponerlo.
Pero no fue suficiente.
Mi cara vista estaba casi lisa
pero la cara oculta no estaba a mi alcance.

No hay comentarios:

Publicar un comentario